http://www.cartaalosefesiosindice.blogspot.com.es/
La llamada carta a los Efesios no es realmente una carta ni fue dirigida a Éfeso. La ocasión y composición del texto requieren, por tanto, un atento examen, porque representa un paso importante en la tradición paulina posterior que tiene fuertes semejanzas con los desarrollos encontrados en Lucas-Hechos. Además, Efesios parece basarse en gran medida en la carta a los Colosenses http://www.cartaalosefesiosindice.blogspot.com.es/ (1). Las semejanzas de vocabulario e ideas teológicas, que no se encuentran en las otras cartas de Pablo, recorren sus páginas. Una sorprendente similaridad con Colosenses se encuentra en la referencia final a Tíquico, quien supuestamente es el que lleva la carta:
Efesios 6,21-22: 21Quiero que también vosotros sepáis qué es de mí y qué tal sigo; de todo os informará Fortunato (Tíquico), nuestro hermano querido y auxiliar fiel en la tarea del Señor. 22Os lo mando precisamente para que tengáis noticias nuestras y os dé ánimos. Traducción de la Nueva Biblia Española (En esta traducción aparece Fortunato).
Colosenes 4,7-8:
7De todo lo que a mí se refiere os informará Fortunato (Tíquico), hermano querido, auxiliar fiel y compañero en el servicio del Señor; 8os lo mando precisamente para eso, para que sepáis de mí y os de ánimos. Traducción de la Nueva Biblia Española (En esta traducción aparece Fortunato).
Estas dos oraciones son casi iguales en el texto griego. Dada la estrecha relación entre ambos documentos, tanto por su estilo como por su teología, debemos concluir que los dos son de Pablo o pseudobiográficos. El peso de la evidencia inclina la balanza hacia la última opción.
Hay dos argumentos básicos que pueden explicar las abundantes semejanzas verbales entre Colosenes y Efesios. El primero afirma que el autor de Efesios tenía una copia de Colosenes y, pensando que se trataba de una auténtica carta de Pablo, la utilizó para dar a la nueva obra un sabor más paulino. Ésta es la hipótesis aceptada por la mayoría de los especialistas, incluso por aquellos que no piensan que Colosenses sea auténtica. De aquí que se asigne a Colosenses una fecha anterior (años setenta). Efesios se escribiría a finales de los ochenta o inicios de los noventa, probablemente en Éfeso (2). El hecho de que tanto Clemente de Roma como Ignacio de Antioquía parezcan conocerla constituye una prueba de que ya estaba en circulación a finales del siglo I.
El segundo argumento propone que Colosenses y Efesios se escribieron casi al mismo tiempo, y tal vez incluso por la misma persna, como parte de un gran intento por mantener el legado de Pablo. En esta perspectiva, Colosenses se desplazaría a una fecha posterior, la de Efesios, es decir, a los ochenta o los noventa, y las dos serían más o menos contemporáneas a Lucas-Hechos (3). Es incluso posible que lo que denominamos "Efesios" fuera originalmente escrita como compañera de la carta a los Laodicenses que se menciona en Col 4,16: 16Cuando hayáis leído vosotros esta carta haced que se lea también en la iglesia de Laodicea, y la de allí leedla también vosotros. (Traducción de la Nueva Biblia Española). De hecho, Marción http://es.wikipedia.org/wiki/Marci%C3%B3n, que se encontraba en Asia Menor en los años treinta del siglo II y compiló una primera colección de las cartas de Pablo, la identificó como la carta enviada a Laodicea (4).
El problema es que el nombre de Éfeso no aparece en la dirección del documento en los manuscritos más antiguos.
Primera pagina de la carta a los Efesios, que procede de uno de los libros de las cartas de Pablo más antiguas que han sobrevivido (ca. 200 d.C.; Michigan Papyrus 6238, página 146 [hoja 75 recto].
El título: [Página] 146 "A los efesios".
Dirección de la carta: "...a los santos que son también fieles en Cristo Jesús" (Ef 1,1).
Aun cuando el título muestra que esta carta se había asociado a Éfeso en torno al año 200 d.C., las palabras en Epheso ("en Éfeso") no se encuentran en la dirección real. En algunos manuscritos posteriores se insertarán tras la frase "santos que son" (tois habiois ousin), en el v.2, como aparece subrayado en la fotografía.
Sólo encontramos la siguiente frase: "A los santos y fieles en Cristo Jesús" (Ef 1,1). Este dato es corroborado tanto por Marción como por sus adversarios. El título "A los efesios" se añadió en algún momento posterior del siglo II, probablemente porque se asoció a la colección de las cartas de Pablo que se llevó a cabo en Éfeso a finales del siglo I. Sólo posteriormente se añadieron las palabras "en Éfeso" a la dirección que encontramos en Ef 1,1. Aun así, para simplificar este asunto en nuestro comentario posterior, seguiremos la práctica habitual de denominarla carta a los Efesios.
Por su forma, estilo o vocabulario teológico, Efesios no sigue el modelo típico de las cartas de Pablo (5). Desde el punto de vista estilístico, se caracteriza por largas oraciones en las que se apilan numerosos sinónimos como elementos decorativos y con un tono abstracto que no es propio de Pablo. En el texto griego, sólo la primera oración se extiende desde 1,3 hasta 1,14, mientras que la segunda va desde 1,15 a 1,23. Los rasgos epistolares clásicos y las convenciones formales que hallamos tan consistentemente expresados en las auténticas cartas de Pablo (y que se mantienen en gran parte de Colosenses) sólo se utilizan de forma limitada en Efesios; concretamente, en dos versículos al comienzo (1,1-2) y cuatro al final (6,21-24), donde encontramos la referencia a Tíquico. La utilización de las fórmulas de acción de gracias (1,16) y la exhortación (4,1) constituyen un mero ornamento que imita el estilo epistolar paulino, pues, de hecho, introducen unas reflexiones de índole más abstracta. A diferencia de las otras cartas, Efesios, es, más bien, un extenso tratado u homilía sobre el lugar de la Iglesia en el plan cósmico de la salvación (1,15-3,21) y una exhortación de carácter ético para los que forman parte de ella (4,1-6,20).
LA CARTA A LOS EFESIOS.
Fecha: ca. 85-95 d.C
Autor: Desconocido.
Atribución: Pablo.
Lugar: Éfeso (probablemente).
Destinatarios y ocasión: Una congregación paulina de algún lugar de Asia Menor, tal vez la misma Éfeso. La "carta" es, sobre todo, una extensa homilía sobre la Iglesia y una exhortación ética para vivir en su seno. Probablemente se escribió tras la muerte de Pablo para mantener vivo el legado paulino. O bien se basó en Colosenses o se escribió como obra complementaria a ésta.
Contenido:
I. Saludo (1,1-2).
1-2., Carta a los Efesios. 1
II. Bendición (1,3-14).
3-19., Carta a los Efesios. El designio de Dios. La unión universal. 1
III. Cuerpo (1,15-3,21).
A. Acción de Gracias (1,15-23).
3-19., Carta a los Efesios. El designio de Dios. La unión universal. 1
10., 20-2, Carta a los Efesios. Fundamentos de la esperanza. 1
B. El misterio de Cristo (2,1-22).
10., 20-2, Carta a los Efesios. Fundamentos de la esperanza. 1
11-22., Carta a los Efesios. II. El Mesías, Ejecutor del designio de Unidad. La humanidad nueva. Situación anterior. Obra del Mesías. Resultado. 2
C. El misterio de la Iglesia (3,1-21).
1-13., Carta a los Efesios. Explica de nuevo el designio de Dios. 3
14-21., Carta a los Efesios. Pide la experiencia interior. 3
IV. Exhortación: La unidad de la Iglesia (4,1-6,20).
A. Exhortación a la unidad (4,1-16).
1-16., Carta a los Efesios. III. Unidad y Amor mutuo. La diversidad, instrumento de unidad. 4
B. Vicios y virtudes (4,17-24).
17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4
C. Ética personal (4,25-5,14).
17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4
D. Ética comunitaria (5,15-6,9).
17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4
21-6, 9., Carta a los Efesios. IV. Relaciones Domésticas. 5
E. Exhortaciones conclusivas (6,10-20).
10-24., Carta a los Efesios. V. Recomendación y despedida. 6
V. Final (6,21-24).
10-24., Carta a los Efesios. V. Recomendación y despedida. 6
La perspectiva sobre la Iglesia constituye un importante avance de la teología de Efesios. Dejando de pensar en ella como conjunto de congregaciones diferentes o iglesias domésticas del pueblo de Dios, "la Iglesia" es ahora una entidad abstracta creada por Dios como parte de su plan histórico de salvación. Utilizando el vocabulario procedente del himno de Col 1,15-20, Efesios denomina a la iglesia el "cuerpo de Cristo" y a Cristo la cabeza de la Iglesia por su acción cósmica salvífica:
Ef 1,20-23: 20Desplegó esa eficacia con el Mesías, resucitándolo y sentándolo a su derecha en el cielo, 21por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura. 22Sí, todo lo sometió bajo sus pies (Sal 8,7), y a él lo hizo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia, 23que es su cuerpo, el complemento del que llena totalmente el universo. Traducción de la Nueva Biblia Española.
La Iglesia se convierte ahora en el lugar de reunión y reconciliación entre judíos y gentiles al derribarse "el muro divisorio de la hostilidad" (Ef 2,14), pero esto significa además que también comienza a pensarse en ella como algo nuevo y distinto del judaísmo.
Ciertamente, la metáfora de la Iglesia como cuerpo tiene sus raíces en el pensamiento paulino y se basa en la fórmula bautismal de reunificación (1 Cor 12,12-14: 12Me refiero a eso que cada uno por vuestro lado andáis diciendo: "Yo estoy con Pablo, yo con Apolo, yo con Pedro, yo con Cristo". 13¿Está el Mesías dado en exclusiva?, ¿acaso crucificaron a Pablo por vosotros?, o ¿es que os bautirzaron para vincularos a Pablo?
14Gracias a Dios, no os bauticé a ninguno más que a Crispo y a Gayo" (Traducción de la Nueva Biblia Española.); sin embargo, Efesios y Colosenses elevan esta idea a la categoría de una instrucción ética altamente reglamentada. Siguiendo de nuevo a Colosenses, la carta a los Efesios comienza su exhortación ética utilizando los símbolos bautismales para subrayar la unidad, una unidad que se mantiene comprendiendo el lugar que cada uno tiene en el cuerpo (Ef 4,1-16: 1-16., Carta a los Efesios. III. Unidad y Amor mutuo. La diversidad, instrumento de unidad. 4 ). Los símbolos rituales del "despojarse" y "revestirse" se utilizan de nuevo para distinguir los vicios de la vida anterior y las virtudes de la nueva (Ef 4,22-26 17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4; cf. Col 3,9-12 5-17., Carta a los Colosenses. 3). La ética se comprende como el "camino de vida" que se adquiere con el bautismo (Ef 5,2.15; cf. Col 2,6). Finalmente, estas instrucciones éticas conducen directamente a la idea del orden propio en la Iglesia como familia de Dios (Ef 5,15-21 17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4 ), y esta otra metáfora introduce el desarrollo del "código de deberes familiares" (5,22-6,9 21-6, 9., Carta a los Efesios. IV. Relaciones Domésticas. 5 ).
Incluso sus fórmulas clásicas (cf. Col 3,18-4,1 18-4, 6., Carta a los Colosenses. Deberes sociales. 3 y el comentario posterior) se ven infundidas con un nuevo significado teológico al vincular las relaciones entre marido y mujer con las de Cristo y la Iglesia como su esposa (5,22-23).
Finalmente, se piensa en la Iglesia como un nuevo pueblo que no está formado étnicamente por judios ni por gentiles, sino que constituye una tercera etnia:
Ef 2,15-16: 15aboliendo en su vida mortal la ley de los minuciosos preceptos; así, con los dos, creó en sí mismo una humanidad nueva, estableciendo la paz, 16y a ambos, hechos un solo cuerpo, los reconcilió con Dios por medio de la cruz, matando en sí mismo la hostilidad. (Traducción de la Nueva Biblia Española).
Esta forma de entender la Iglesia que contramos en Efesios y Colosenses muestra también una nueva conciencia de sí misma. La escatología inminente ha desaparecido. Las ideas apocalípticas se reinterpretan mediante la idea de una Iglesia que es el ejército de Dios en la tierra que combate contra el diablo (Ef 6,10-20 10-24., Carta a los Efesios. V. Recomendación y despedida. 6 ) Aunque no es posible probar que el autor de cada una de estas obras (o de las dos) fuera el mismo que el de Lucas-Hechos, la verdad es que existe una intensa correlación entre ellas, tanto en la forma de entender teológicamente la historia de la salvación como con respecto al lugar que ocupa la Iglesia en ella (6). Estod documentos de la escuela paulina se convierten, por tanto, en importantes filtros para reinterpretar a Pablo una vez consumada la separación con el judaísmo.
___________________________________________________________________________________
(1). E. Best, "Who Used Whom? The Relationship of Ephesians and Colossians", New Testament Studies 43 (1997) 72-96.
(2). Éste es el punto de vista sostenido por Mitton, Furnish, Lincoln, Sampley y Taylor. Barth es el único autor contemporáneo que sostiene la paternidad paulina.
(3). Es el punto de vista sugerido por Dahl en su obra posterior y también por Gnilka.
(4). Tertuliano, Contra Marción 5.11.17. Parece que Marción le puso el título "A Laodicea" o "A los de Laodicea", basándose en Col 4,16.
(5). Erasmo (1469-1536) http://es.wikipedia.org/wiki/Erasmo_de_Rotterdam fue el primer autor en notar estas diferencias y cuestionar la paternidad paulina.
(6). Cf. E. Käsemann, "Ephesians and Acts", en L E. Keck y J. L. Martyn (eds), Studies in Luke-Acts, Abingdon, Mashville 1966, pp. 288-297.
La llamada carta a los Efesios no es realmente una carta ni fue dirigida a Éfeso. La ocasión y composición del texto requieren, por tanto, un atento examen, porque representa un paso importante en la tradición paulina posterior que tiene fuertes semejanzas con los desarrollos encontrados en Lucas-Hechos. Además, Efesios parece basarse en gran medida en la carta a los Colosenses http://www.cartaalosefesiosindice.blogspot.com.es/ (1). Las semejanzas de vocabulario e ideas teológicas, que no se encuentran en las otras cartas de Pablo, recorren sus páginas. Una sorprendente similaridad con Colosenses se encuentra en la referencia final a Tíquico, quien supuestamente es el que lleva la carta:
Efesios 6,21-22: 21Quiero que también vosotros sepáis qué es de mí y qué tal sigo; de todo os informará Fortunato (Tíquico), nuestro hermano querido y auxiliar fiel en la tarea del Señor. 22Os lo mando precisamente para que tengáis noticias nuestras y os dé ánimos. Traducción de la Nueva Biblia Española (En esta traducción aparece Fortunato).
Colosenes 4,7-8:
7De todo lo que a mí se refiere os informará Fortunato (Tíquico), hermano querido, auxiliar fiel y compañero en el servicio del Señor; 8os lo mando precisamente para eso, para que sepáis de mí y os de ánimos. Traducción de la Nueva Biblia Española (En esta traducción aparece Fortunato).
Estas dos oraciones son casi iguales en el texto griego. Dada la estrecha relación entre ambos documentos, tanto por su estilo como por su teología, debemos concluir que los dos son de Pablo o pseudobiográficos. El peso de la evidencia inclina la balanza hacia la última opción.
Hay dos argumentos básicos que pueden explicar las abundantes semejanzas verbales entre Colosenes y Efesios. El primero afirma que el autor de Efesios tenía una copia de Colosenes y, pensando que se trataba de una auténtica carta de Pablo, la utilizó para dar a la nueva obra un sabor más paulino. Ésta es la hipótesis aceptada por la mayoría de los especialistas, incluso por aquellos que no piensan que Colosenses sea auténtica. De aquí que se asigne a Colosenses una fecha anterior (años setenta). Efesios se escribiría a finales de los ochenta o inicios de los noventa, probablemente en Éfeso (2). El hecho de que tanto Clemente de Roma como Ignacio de Antioquía parezcan conocerla constituye una prueba de que ya estaba en circulación a finales del siglo I.
El segundo argumento propone que Colosenses y Efesios se escribieron casi al mismo tiempo, y tal vez incluso por la misma persna, como parte de un gran intento por mantener el legado de Pablo. En esta perspectiva, Colosenses se desplazaría a una fecha posterior, la de Efesios, es decir, a los ochenta o los noventa, y las dos serían más o menos contemporáneas a Lucas-Hechos (3). Es incluso posible que lo que denominamos "Efesios" fuera originalmente escrita como compañera de la carta a los Laodicenses que se menciona en Col 4,16: 16Cuando hayáis leído vosotros esta carta haced que se lea también en la iglesia de Laodicea, y la de allí leedla también vosotros. (Traducción de la Nueva Biblia Española). De hecho, Marción http://es.wikipedia.org/wiki/Marci%C3%B3n, que se encontraba en Asia Menor en los años treinta del siglo II y compiló una primera colección de las cartas de Pablo, la identificó como la carta enviada a Laodicea (4).
El problema es que el nombre de Éfeso no aparece en la dirección del documento en los manuscritos más antiguos.
Primera pagina de la carta a los Efesios, que procede de uno de los libros de las cartas de Pablo más antiguas que han sobrevivido (ca. 200 d.C.; Michigan Papyrus 6238, página 146 [hoja 75 recto].
El título: [Página] 146 "A los efesios".
Dirección de la carta: "...a los santos que son también fieles en Cristo Jesús" (Ef 1,1).
Aun cuando el título muestra que esta carta se había asociado a Éfeso en torno al año 200 d.C., las palabras en Epheso ("en Éfeso") no se encuentran en la dirección real. En algunos manuscritos posteriores se insertarán tras la frase "santos que son" (tois habiois ousin), en el v.2, como aparece subrayado en la fotografía.
Sólo encontramos la siguiente frase: "A los santos y fieles en Cristo Jesús" (Ef 1,1). Este dato es corroborado tanto por Marción como por sus adversarios. El título "A los efesios" se añadió en algún momento posterior del siglo II, probablemente porque se asoció a la colección de las cartas de Pablo que se llevó a cabo en Éfeso a finales del siglo I. Sólo posteriormente se añadieron las palabras "en Éfeso" a la dirección que encontramos en Ef 1,1. Aun así, para simplificar este asunto en nuestro comentario posterior, seguiremos la práctica habitual de denominarla carta a los Efesios.
Por su forma, estilo o vocabulario teológico, Efesios no sigue el modelo típico de las cartas de Pablo (5). Desde el punto de vista estilístico, se caracteriza por largas oraciones en las que se apilan numerosos sinónimos como elementos decorativos y con un tono abstracto que no es propio de Pablo. En el texto griego, sólo la primera oración se extiende desde 1,3 hasta 1,14, mientras que la segunda va desde 1,15 a 1,23. Los rasgos epistolares clásicos y las convenciones formales que hallamos tan consistentemente expresados en las auténticas cartas de Pablo (y que se mantienen en gran parte de Colosenses) sólo se utilizan de forma limitada en Efesios; concretamente, en dos versículos al comienzo (1,1-2) y cuatro al final (6,21-24), donde encontramos la referencia a Tíquico. La utilización de las fórmulas de acción de gracias (1,16) y la exhortación (4,1) constituyen un mero ornamento que imita el estilo epistolar paulino, pues, de hecho, introducen unas reflexiones de índole más abstracta. A diferencia de las otras cartas, Efesios, es, más bien, un extenso tratado u homilía sobre el lugar de la Iglesia en el plan cósmico de la salvación (1,15-3,21) y una exhortación de carácter ético para los que forman parte de ella (4,1-6,20).
LA CARTA A LOS EFESIOS.
Fecha: ca. 85-95 d.C
Autor: Desconocido.
Atribución: Pablo.
Lugar: Éfeso (probablemente).
Destinatarios y ocasión: Una congregación paulina de algún lugar de Asia Menor, tal vez la misma Éfeso. La "carta" es, sobre todo, una extensa homilía sobre la Iglesia y una exhortación ética para vivir en su seno. Probablemente se escribió tras la muerte de Pablo para mantener vivo el legado paulino. O bien se basó en Colosenses o se escribió como obra complementaria a ésta.
Contenido:
I. Saludo (1,1-2).
1-2., Carta a los Efesios. 1
II. Bendición (1,3-14).
3-19., Carta a los Efesios. El designio de Dios. La unión universal. 1
III. Cuerpo (1,15-3,21).
A. Acción de Gracias (1,15-23).
3-19., Carta a los Efesios. El designio de Dios. La unión universal. 1
10., 20-2, Carta a los Efesios. Fundamentos de la esperanza. 1
B. El misterio de Cristo (2,1-22).
10., 20-2, Carta a los Efesios. Fundamentos de la esperanza. 1
11-22., Carta a los Efesios. II. El Mesías, Ejecutor del designio de Unidad. La humanidad nueva. Situación anterior. Obra del Mesías. Resultado. 2
C. El misterio de la Iglesia (3,1-21).
1-13., Carta a los Efesios. Explica de nuevo el designio de Dios. 3
14-21., Carta a los Efesios. Pide la experiencia interior. 3
IV. Exhortación: La unidad de la Iglesia (4,1-6,20).
A. Exhortación a la unidad (4,1-16).
1-16., Carta a los Efesios. III. Unidad y Amor mutuo. La diversidad, instrumento de unidad. 4
B. Vicios y virtudes (4,17-24).
17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4
C. Ética personal (4,25-5,14).
17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4
D. Ética comunitaria (5,15-6,9).
17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4
21-6, 9., Carta a los Efesios. IV. Relaciones Domésticas. 5
E. Exhortaciones conclusivas (6,10-20).
10-24., Carta a los Efesios. V. Recomendación y despedida. 6
V. Final (6,21-24).
10-24., Carta a los Efesios. V. Recomendación y despedida. 6
La perspectiva sobre la Iglesia constituye un importante avance de la teología de Efesios. Dejando de pensar en ella como conjunto de congregaciones diferentes o iglesias domésticas del pueblo de Dios, "la Iglesia" es ahora una entidad abstracta creada por Dios como parte de su plan histórico de salvación. Utilizando el vocabulario procedente del himno de Col 1,15-20, Efesios denomina a la iglesia el "cuerpo de Cristo" y a Cristo la cabeza de la Iglesia por su acción cósmica salvífica:
Ef 1,20-23: 20Desplegó esa eficacia con el Mesías, resucitándolo y sentándolo a su derecha en el cielo, 21por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura. 22Sí, todo lo sometió bajo sus pies (Sal 8,7), y a él lo hizo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia, 23que es su cuerpo, el complemento del que llena totalmente el universo. Traducción de la Nueva Biblia Española.
La Iglesia se convierte ahora en el lugar de reunión y reconciliación entre judíos y gentiles al derribarse "el muro divisorio de la hostilidad" (Ef 2,14), pero esto significa además que también comienza a pensarse en ella como algo nuevo y distinto del judaísmo.
Ciertamente, la metáfora de la Iglesia como cuerpo tiene sus raíces en el pensamiento paulino y se basa en la fórmula bautismal de reunificación (1 Cor 12,12-14: 12Me refiero a eso que cada uno por vuestro lado andáis diciendo: "Yo estoy con Pablo, yo con Apolo, yo con Pedro, yo con Cristo". 13¿Está el Mesías dado en exclusiva?, ¿acaso crucificaron a Pablo por vosotros?, o ¿es que os bautirzaron para vincularos a Pablo?
14Gracias a Dios, no os bauticé a ninguno más que a Crispo y a Gayo" (Traducción de la Nueva Biblia Española.); sin embargo, Efesios y Colosenses elevan esta idea a la categoría de una instrucción ética altamente reglamentada. Siguiendo de nuevo a Colosenses, la carta a los Efesios comienza su exhortación ética utilizando los símbolos bautismales para subrayar la unidad, una unidad que se mantiene comprendiendo el lugar que cada uno tiene en el cuerpo (Ef 4,1-16: 1-16., Carta a los Efesios. III. Unidad y Amor mutuo. La diversidad, instrumento de unidad. 4 ). Los símbolos rituales del "despojarse" y "revestirse" se utilizan de nuevo para distinguir los vicios de la vida anterior y las virtudes de la nueva (Ef 4,22-26 17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4; cf. Col 3,9-12 5-17., Carta a los Colosenses. 3). La ética se comprende como el "camino de vida" que se adquiere con el bautismo (Ef 5,2.15; cf. Col 2,6). Finalmente, estas instrucciones éticas conducen directamente a la idea del orden propio en la Iglesia como familia de Dios (Ef 5,15-21 17-5, 20., Carta a los Efesios. Romper con el pasado. 4 ), y esta otra metáfora introduce el desarrollo del "código de deberes familiares" (5,22-6,9 21-6, 9., Carta a los Efesios. IV. Relaciones Domésticas. 5 ).
Incluso sus fórmulas clásicas (cf. Col 3,18-4,1 18-4, 6., Carta a los Colosenses. Deberes sociales. 3 y el comentario posterior) se ven infundidas con un nuevo significado teológico al vincular las relaciones entre marido y mujer con las de Cristo y la Iglesia como su esposa (5,22-23).
Finalmente, se piensa en la Iglesia como un nuevo pueblo que no está formado étnicamente por judios ni por gentiles, sino que constituye una tercera etnia:
Ef 2,15-16: 15aboliendo en su vida mortal la ley de los minuciosos preceptos; así, con los dos, creó en sí mismo una humanidad nueva, estableciendo la paz, 16y a ambos, hechos un solo cuerpo, los reconcilió con Dios por medio de la cruz, matando en sí mismo la hostilidad. (Traducción de la Nueva Biblia Española).
Esta forma de entender la Iglesia que contramos en Efesios y Colosenses muestra también una nueva conciencia de sí misma. La escatología inminente ha desaparecido. Las ideas apocalípticas se reinterpretan mediante la idea de una Iglesia que es el ejército de Dios en la tierra que combate contra el diablo (Ef 6,10-20 10-24., Carta a los Efesios. V. Recomendación y despedida. 6 ) Aunque no es posible probar que el autor de cada una de estas obras (o de las dos) fuera el mismo que el de Lucas-Hechos, la verdad es que existe una intensa correlación entre ellas, tanto en la forma de entender teológicamente la historia de la salvación como con respecto al lugar que ocupa la Iglesia en ella (6). Estod documentos de la escuela paulina se convierten, por tanto, en importantes filtros para reinterpretar a Pablo una vez consumada la separación con el judaísmo.
___________________________________________________________________________________
(1). E. Best, "Who Used Whom? The Relationship of Ephesians and Colossians", New Testament Studies 43 (1997) 72-96.
(2). Éste es el punto de vista sostenido por Mitton, Furnish, Lincoln, Sampley y Taylor. Barth es el único autor contemporáneo que sostiene la paternidad paulina.
(3). Es el punto de vista sugerido por Dahl en su obra posterior y también por Gnilka.
(4). Tertuliano, Contra Marción 5.11.17. Parece que Marción le puso el título "A Laodicea" o "A los de Laodicea", basándose en Col 4,16.
(5). Erasmo (1469-1536) http://es.wikipedia.org/wiki/Erasmo_de_Rotterdam fue el primer autor en notar estas diferencias y cuestionar la paternidad paulina.
(6). Cf. E. Käsemann, "Ephesians and Acts", en L E. Keck y J. L. Martyn (eds), Studies in Luke-Acts, Abingdon, Mashville 1966, pp. 288-297.
No hay comentarios:
Publicar un comentario