jueves, 4 de abril de 2013

NUESTRA IGLESIA Y SU SINAGOGA: LA SECTA JUDÍA DE MATEO.

                  Muchos de los rasgos temáticos del evangelio de Mateo reflejan una tensión entre la comunidad de Mateo y la cultura ambiente judía. Por una parte, Jesús es un maestro judío e interpreta la Torá de forma muy parecida a los fariseos. En las disposiciones para la misión dice explícitamente a sus discípulos: "No vayáis a los gentiles ni entréis en ninguna ciudad de samaritanos, sino id, más bien, a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mt 10,5-6).,   . Por otra, el Jesús mateano ataca fuertemente a los fariseos, especialmente en la extensión y dura diatriba del último sermón (Mt 21,1-36)

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                   También culpa directamente Mateo a los fariseos de haber conspirado conjuntamente con los sacerdotes para dar muerte a Jesús (Mt 22,15.34.41; 26,3-5). 
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                     Aunque es un dato históricamente improbable. Al fin y al cabo, estas tensiones nos dicen más sobre la experiencia de la comunidad mateana en el período posterior a la primera revuelta que sobre la época de Jesús.

                    Sin embargo, las congregaciones mateanas no habían roto con el judaísmo. Más bien, todo lo contrario. El problema reside en la identidad de la secta y en las fronteras de la comunidad. El relato mateano presenta cambios sutiles de lenguaje que reflejan la existencia de tensiones sectarias. Por ejemplo, sólo en una ocasión nos dice el evangelio de Marcos que Jesús predicaba en "sus sinagogas" (Mc 1,39), que, en su contexto, significa simplemente "la sinagoga local de cada una de las ciudades" de Galilea. En cambio, el evangelio de Mateo parece asumir este único caso para convertirlo en una práctica habitual, con la connotación de que se trata de "la sinagoga de los judíos" (1). Más específicamente, en el último sermón de Jesús, Mateo vincula la frase "sus sinagogas" con los fariseos:

 6 les encantan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas,
7 que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame "Rabbí". 8 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ·Rabbí", pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos;
29 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausuleos de los justos,
30 diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"!
31 Con esto atestiguáis, en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas!
33 ¡Culebras, camada de víboras!, ¿cómo evitaréis la condena al fuego?
                         34 Mirad, para eso os voy a enviar yo profetas, sabios y letrados: a unos los mataréis y crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad;
35 así recaerá sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra; desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que matasteis entre el santuario y el altar.
36 Os aseguro que todo eso va a recaer sobre esta generación.
(Mt 23,6-8.29-36 ,

                        Una vez más, se trata de un reflejo de la aparición del movimiento rabínico en el período posterior a la destrucción del templo (2). En las instrucciones sobre la misión dirigidas a los discípulos encontramos un paralelismo explícito de este texto:
 "17 Pero tened cuidado con la gente, porque os llevarán a los tribunales, os azotarán en sus sinagogas" (Mt 10,17 ,

                      
                         En oposición a "sus sinagogas" se encuentra "la iglesia", como señal de identidad de la secta mateana. Mateo es el único de los evangelios que utiliza este término (una vez en Mt 16,18 , y dos en Mt 18,17 , ). El segundo de estos pasajes es muy revelador, pues procede del cuarto sermón de Jesús y trata de la disciplina y el perdón dentro de la "iglesia". Dice Jesús:

                   15 Si tu hermano te ofende, ve y házselo ver, a solas entre los dos. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
16 Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que toda la cuestión quede zanjada apoyándose en dos o tres testigos (Dt 19,15).
                   17 Si no les hace caso, díselo a la comunidad (iglesia), y si no hace caso ni siquiera a la comunidad (iglesia), considéralo como un pagano o un recaudador. (Mt 18,15-17).


                  Nos encontramos en este texto con unas reglas disciplinarias de una comunidad sectaria que están en estrecho paralelismo con la Regla de la comunidad de los Manuscritos http://nuevotestamentojohnpmeier.blogspot.com.es/2013/04/regla-de-la-comunidad-de-los.html.  del Mar Muerto. Al grupo sectario se le denomina "iglesia", es decir, "congregación", como el sinónimo tradicional judío de "sinagoga". Pero estos dos términos, que significan "congregación", se encuentran en oposición recíproca. Por otra parte, hay un aspecto chocante en la designación del ofensor expulsado, pues ha de ser rechazado como "un gentil y un publicano". Si la expulsión de la comunidad cataloga al ofensor como "gentil", entonces sólo podemos entender que estar en la comunidad significa ser judío. En consecuencia, aunque la "iglesia" de Mateo está claramente enfrentada a las sinagogas fariseas, aún sigue sintiéndose como una secta judía.

                  Una clave adicional para entender la ubicación social y geográfica de la comunidad mateana procede del episodio que precede inmediatamente e introduce este cuarto sermón. No se encuentra en ninguno de los otros evangelios, por lo que refleja una experiencia específica de la comunidad mateana. Se trata de la pregunta que se le hace a Padro sobre Jesús: "¿No paga vuestro maestro el impuesto del templo?", a la que responde: "Sí" (Mt 17,24-25) ,
 
                 Luego sigue una discusión sobre este asunto entre Pedro y Jesús. En primer lugar, Jesús propone a Pedro un acertijo, cuya solución es que los hijos del rey no deberían pagar impuestos; es decir, ellos no tendrían que pagar ese impuesto. Pero luego dice Jesús a Pedro: "Sin embargo, para que no se ofendan, vete al lago, echa el anzuelo y saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás en ella una moneda de plata. Tómala y dásela por ti y por mí" (Mt 17,27).

                 Este episodio aparentemente secundario es altamente revelador, pues el "impuesto del templo" de medio siclo era lo que los romanos se habían apropiado tras la revuelta como fiscus Iudaeus para pagar las reconstrucciones a Roma. Además de ser un castigo por la guerra, también era, casi literalmente, un impuesto per cápita por ser judío. Sólo tenían que pagarlo los judíos, y su recaudación se realizaba con toda diligencia en la patria judía como signo de su sometimiento a Roma. Por tanto, cuando el Jesús mateano dice "paga el impuesto" para no ofenderles, está admitiendo que también era judío. Al mismo tiempo, este episodio nos remite a un lugar dentro o cercano a la patria. Por otra parte, el breve acertijo apunta a una creciente ruptura. Tal vez, los conversos gentiles de la comunidad mateana, aun cuando se hubieran circuncidado y observaran la Torá, estaban empezando a preguntarse si era realmente necesario o merecía la pena mantener la identidad judia. Mateo responde con un sí categórico. A pesar de la tensión con otros judíos, no obstante, aún eran una secta judía.

                Por consiguiente, hemos de concluir que el evangelio de Mateo vio la luz en el seno de una secta exclusivamente judía del movimiento de Jesús, ubicada en algún lugar de la Alta Galilea o sus cercanías. El grupo ya existía antes de la guerra, pero durante el periodo postbélico de reconstrucción comenzó a ser marginado. La aparición del movimiento fariseo como nuevo líder del judaísmo, juntamente con el desplazamiento masivo de población desde el sur, condujo a que la anterior misión del movimiento de Jesús tuviera que afrontar el rechazo, e incluso la persecución, de sus vecinos judíos. Las sinagogas locales, domiandas por los líderes fariseos, se estaban convirtinedo en los centros comunitarios y religiosos de la cultura rural de Galilea. Con su reacción, Mateo trata de reforzar las fronteras debilitadas de su comunidad sectaria, lanzando un ataque contra el nuevo liderazgo fariseo. Por tanto, los judíos de la comunidad de Mateo tenían problemas con otros judíos, con formas anteriores del movimiento de Jesús y con sus conversos gentiles. La "biografía" de Mateo es, en realidad, un campo de batalla sectario en el ambiente socialmente cambiante de la patria judía.

                                             Evangelio de Mateo.

Fecha: ca. 80-90 d.C.

Autor: Desconocido.

Contexto: Cultura rural de la Alta Galilea o la Baja Siria.

Atribución: Mateo, el recaudador de impuestos, uno de los discípulos de Jesús.

Destinatarios y Ocasión: Una comunidad judía del movimiento de Jesús predominantemente grecoparlante en un contexto cultural judío. Durante el período posterior a la primera revuelta, la comunidad afronta nuevas presiones procedentes de la aparición del movimiento fariseo en la región de Galilea, con el resultado de que muchos judíos comienzan a ponerse del lado de los fariseos y los seguidores de Jesús se ven marginados.

Contenido:
I. El libro de las generaciones y el nacimiento del Mesías (1,1-2,23).

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II. Libro I (Galilea): Llamada de los discípulos y primer sermón (3,1-7,29). Sermón de la montaña (5,1-7,27).

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III. Libro II (Galilea): Primeros milagros y misión de los Doce (8,1-10,42). Sermón: Instrucciones sobre la misión (10,5-42).

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IV. Libro III (Galilea): Controversias y rechazo en Nazaret (11,1-13,58). Sermón: Parábolas del reino (13,1-52).

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V. Libro IV (Fuera de Galilea): Muerte de Juan; Jesús predice su propia muerte (14,1-18,35). Sermón: Arrepentimiento y perdón en la Iglesia (18,1-35).

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VI. Libro V (Judea): Entrada triunfal y conflicto con los fariseos (19,1-25,46). Sermón: Ayes contra los fariseos (23,1-36). Sermón: Discurso apocalíptico (24,1-51). Sermón: Juicio escatológico (25,1-46).

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VII. El relato de la pasión (26,1-28,20).
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(1). Mt 4,23 (= Mc 1,39 , y Lc 4,44 ), pero cf. Mt 9,35 , , ; 10,17 , ; 12,9 , y 13,54 , , donde se añade en cada caso el posesivo "su" (de ellos).

(2). El siguiente pasaje en Mt 24,1, ,   prosigue integrando el discurso apocalíptico sobre la destrucción de Jerusalén en este mismo sermón.

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